El Gres del Pato y la Cruz, cerámica utilitaria refractaria de alta temperatura, ∆10 cono diez. Hecho a mano usando arcillas y rocas de los Andes Colombianos.

Lea sobre nuestro proceso

EXPOARTESANIAS 2018

Date : 05/12/2018

El Gres del Pato y la Cruz se vinculó a la Edición número XXVIII de Expoartesanías de Colombia denominada “Hechos de creatividad”, un entramado cultural, artístico y económico desarrollado en CORFERIAS en Bogotá del 5 al 18 de diciembre, que contó con la participación de 870 artesanos provenientes de 19 países incluido Colombia y con excepcionales muestras artesanales de territorios como el Amazonas, Antioquia, Atlántico, Bolívar, Boyacá, Caldas, Caquetá, Casanare, Cauca, Cesar, Chocó, Córdoba, Cundinamarca, Guainía, Guaviare, Huila, La Guajira, Magdalena, Meta, Nariño, Norte de Santander, Putumayo, Quindío, Risaralda, Santander, Sucre, Tolima, Valle del Cauca, Vaupés y Vichada. El objetivo de este encuentro de técnicas y oficios artesanales, era resaltar el proceso creativo que conlleva desarrollar una pieza desde la voz de sus creadores, para luego transmitirla a la audiencia que se interesa por visitar y conocer los valores patrimoniales de los artesanos y culturas que hacen presencia en la Feria cada año.

En torno a este propósito se convocó a los participantes (expositores) a hacer parte del Concurso Hechos de Creatividad, una iniciativa que contó con el apoyo del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, INNPULSA Colombia, el Gobierno de Colombia, Artesanías de Colombia y CORFERIAS, con el fin de entregarle al artesano, artesana o taller artesanal ganador, un stand en la feria de Expoartesanías del año 2019 como reconocimiento a su labor. Los lineamientos del concurso incluían la presentación y entrega el 5 de diciembre de uno a tres productos elaborados en su más reciente colección, cada uno de los cuales debía mantener los criterios de selección de la muestra general para su aprobación: la técnica y oficio artesanal, la calidad de los acabados, la identidad de las piezas y en concreto, la referencia de los rasgos y cualidades de diseño de los objetos.

Nuestra selección para el concurso incluyó una jarra de fermentación pensada para uso en el trópico, una vasija de almacenamiento con tapa en madera y una cacerola con tapa de hierro fundido.

El 12 de diciembre anunciaron el listado de los 10 finalistas de un grupo de 90 preseleccionados, quienes el día 14 compartirían públicamente con los visitantes y expertos, la especificidad de los objetos derivados de sus manos. Terminada la exposición, INNPULSA Colombia y Artesanías de Colombia, anunciaban al taller del Gres del Pato y la Cruz como merecedor de este reconocimiento, que no sólo honra nuestro trabajo, sino que además nos motiva para continuar con el proceso de comunicar a través del lenguaje de las rocas, pues en el manifiesto del taller se aboga por el mantenimiento de formas sencillas que permitan perpetuar en el tiempo, el legado de una técnica milenaria, otorgando protagonismo al proceso de resaltar el potencial de las rocas del subsuelo andino, cargado de minerales que colorean las piezas con una paleta particular contenida bajo la tierra.

Las piezas de la selección resolvían de una manera creativa ciertas necesidades de uso:

La vasija de almacenamiento recibía un cambio de material en la tapa, cambio que surge de la necesidad de hacer que ésta soportara mayor stress al manejarla en el diario vivir y al recibir cualquier tipo de impacto. La solución en madera también produjo un contraste estético que aportó mucho a su diseño.

La cacerola recibió el mismo tratamiento, pero en este caso, se cambió su tapa de cerámica, por hierro fundido. Este hierro empavonado en aceite de oliva, hacía de la cacerola un producto completo útil para la cocción en el horno convencional, además de ser totalmente inerte y apta para la preparación de alimentos. El hierro le brindaba a la pieza la resistencia necesaria para perdurar los abusos de la cocina en el tiempo.

Finalmente, la jarra de fermentación recibió el ajuste de la tapa, que brindaba mayor protección al proceso de evaporación del agua presente en el sifón de la jarra. Para fermentar se necesita una cámara anaeróbica y ausencia de oxígeno. Esto se da en estas jarras gracias a la presencia de un sifón de agua, el cual deja el escape de CO2 de su interior, pero no da paso al oxígeno externo, haciéndola hermética. Aquí en el trópico, la pérdida de agua en estos sifones ocurre de manera acelerada, de allí el cambio propuesto a partir del cual se disminuye la velocidad de evaporación del sifón, protegiéndolo además de agentes externos como hongos e insectos.

La Feria del 2018 también nos dejó buenos amigos. En esta ocasión tuvimos el privilegio de conocer el trabajo de doña Isabel, artesana de San Bernardo del Viento, un municipio colombiano perteneciente al departamento de Córdoba, quien con esmero elabora a mano en madera, las emblemáticas aves que hacen parte de la fauna costera del caribe denominadas María Mulatas, al igual que una serie de animales cuya base es el totumo.

Doña Luz Mary Martínez, alfarera y tejedora del pueblo indígena Cubeo, habitante de la cuenca del río Vaupés, no sólo nos honra con su compañía, también nos deslumbra con el trabajo de su pueblo, desde Puerto Golondrina, del cual ella es vocera y representante cultural en esta versión de Expoartesanías en donde tuvimos el privilegio de conocerle. Sobre la alfarería ha compartido con nosotros los principios básicos de la técnica, narrándonos cómo la fibra de un árbol se quema para producir una base de ceniza que es macerada con un palo dentro de un contenedor de madera, para luego ser cernida con precaución, con la intención de eliminar piedrecillas o elementos gruesos que ésta pudiera contener, obteniéndose con ello un insumo fundamental que luego se mezcla con la arcilla, traída previamente del río, y que se convertirá en la pasta cerámica con la cual se elaborarán las piezas. Un proceso en el que participa toda la comunidad de forma armónica. La simbología empleada en el desarrollo de las piezas deriva del conocimiento y cercanía de la comunidad con la naturaleza y con los animales en una especie de ritual en el que se le rinde tributo a la vida y a las formas geométricas que la componen, ligadas a su cosmogonía.

Para el Taller del Gres del Pato y la Cruz esta experiencia, al igual que los lazos tejidos con almas tan puras como las de estas artesanas colombianas, son sin lugar a dudas, vivencias enriquecedoras y gratificantes que ahora y para siempre, harán parte de nuestros más preciados recuerdos.

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